6 de agosto de 2010.- Gaita y flauta dulce en mano, Carlos Núñez saltó al escenario entre una tenue neblina de humo, y con una puesta en escena apuntalada por focos que simulaban tragaluces como rayos de luminosa inspiración. De esta forma, con los primeros sonidos de “Amanecer”, uno de los éxitos del gallego, arrancaba anoche la cuadragésima edición del Festival de Música Celta de Lorient, considerada como la mayor cita europea de música celta.
La noche comenzó bien, Núñez consiguió trasladar al público a un mundo mágico, de leyenda y de susurros en el viento, a través de su música, incluso hubo momentos en los que parecía que todo valía.
Los diálogos acústicos con sus músicos y la proyección armónica de sus violines fueron la constante de la noche. Un concierto que combinó lo mejor de la música celta tradicional con los aires brasileños de su último trabajo, Alborada do Brasil, del que interpretó canciones como “Vou Vivendo” o “Gaita”, sonidos con los que despertó los aplausos de las más de 30.0000 personas que acudieron a la cita.
La locura celta terminó cuando el reloj rozaba la medianoche, pero el público se resistía a poner fin al espectáculo, sin el más mínimo atisbo de cansancio, y es que durante dos horas, Lorient pareció una ciudad gallega.
martes, 9 de febrero de 2010
Por una noche Lorient es gallega
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